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sábado, 20 de agosto de 2016

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EL PETROLEO


Qué es el petróleo?


El petróleo es la fuente de energía más importante en la actualidad; además es materia prima en numerosos procesos de la industria química. El origen del petróleo es similar al del carbón . En ambos casos, se hallan en las rocas sedimentarias, pero el petróleo procede de la descomposición de materia orgánica (especialmente restos de animales u grandes masa de placton en un medio marino). Su explotación es un proceso costoso que sólo está al alcance de grandes empresas.

El petróleo es un recurso fósil que se emplea como energía primaria; sustituyó al carbón que era la fuente principal de energía a finales del siglo XIX. El porcentaje respecto del total de la energía primaria consumida, en un país industrializado, ha ido aumentando desde principios de siglo hasta hace poco años. La crisis del petróleo, en 1973, motivada por la alarmante subida del precio del petróleo decretada por la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo), ha estabilizado el consumo, consiguiendo incluso que varios países diversifiquen su dependencia energética y hagan descender las cifras de las importaciones de petróleo.
El petróleo es un líquido de color oscuro, aspecto aceitoso, olor fuerte y densidad comprendida entre 0´8 y 0´95. Está formado por una mezcla de hidrocarburos.


 Historia del petróleo



Desde siempre el petróleo ha sido conocido gracias a los afloramientos de betún sobre la superficie del suelo o por las emanaciones de gas natural, fuegos eternos descritos por autores bíblicos y por Herodoto. Los antiguos chinos lo descubrieron fortuitamente practicando pozos, bastante profundos por la época, en busca de sal gema. Los pueblos de la antigüedad aprovechaban el alquitrán para calafatear sus naves, engrasar los ejes de sus carros, cimentar o impermeabilizar sus habitaciones. En China se sabía transportar el gas mediante canalizaciones de bambú a fin de poder calentar y alumbrar las casas, así como para alimentar hornos y hogares. En la Edad Media se le adjudicaron usos medicinales y farmacéuticos, que estuvieron muy en boga hasta el siglo XIX. Tradicionalmente, se sitúa en 1859 el origen de la industria petrolífera como la perforación del famoso pozo Edwin Laurentine Prake (1819- 1880), que reveló los ricos yacimientos de Pennsylvania y abrió la era del petróleo para lámparas (1860-1900); le sucedió la de las gasolinas y aceites para automóviles y aviación, después de la de los combustibles líquidos, a partir de 1910 se introdujo en el mundo de la marina, sobre todo desde 1950 domina el de la petroquímica y se halla a las puertas de la biología.


Origen del petróleo


El petróleo se origina de una materia prima formada principalmente por detrito de organismos vivos acuáticos, vegetales y animales, que vivían en los mares, las lagunas o las desembocaduras de los ríos, en las cercanías del mar. El petróleo se encuentra únicamente en los medios de origen sedimentario. La materia orgánica se deposita y se va cubriendo por sedimentos; al quedar cada vez a mayor profundidad, se transforma en hidrocarburos, proceso que según las recientes teorías, es una degradación producida por bacterias aerobias primero y anaerobias luego. Estas reacciones desprenden oxígeno, nitrógeno y azufre, que forma parte de los compuestos volátiles de los hidrocarburos. A medida que los sedimentos se hacen compactos por efectos de presión, se forma la "roca madre". Posteriormente, por fenómenos de "migración", el petróleo pasa a impregnar arenas o rocas más porosas y más permeables (areniscas, calizas fisuradas, dolomías), llamadas "rocas almacén ", y en las cuales el petróleo se concentra, y permanece en ellas si encuentra alguna trampa que impida la migración hasta la superficie donde se oxida y volatiliza.


Naturaleza del petróleo


Cada yacimiento de petróleo está constituido por una mezcla de miles de hidrocarburos diferentes, formados por la asociación de átomos de carbono e hidrógeno, cuyo origen todavía es mal conocido; a esta mezcla se agregan cantidades variables de sustancias que contienen azufre, nitrógeno y oxígeno: de los más de 1.500 campos petrolíferos conocidos, no se han encontrado aún dos crudos exactamente iguales.

Según la predominación de uno de los compuestos característicos, se pueden clasificar los petróleos en:
- crudos parafínicos, presentan una proporción elevada de hidrocarburos tipo CnH n+ particularmente parafinas y ceras naturales (Pennsylvania, Libia);
- crudos nafténicos, con una cantidad más grande de naftenos,hidrocarburos de la serie
anulares o cíclicos (Venezuela);
-crudos aromáticos, en los que se encuentran hidrocarburos bencénicos Cn H (Borneo);
-crudos sulfurosos, que contienen sulfuro de hidrógeno y mercaptanos formados por la fijación de azufre sobre un hidrocarburo (Oriente Medio);
-crudos particulares, como los crudos bituminosos, que son los crudos de muy bajo contenido en azufre, y los crudos polucionados por ácidos, metales (vanadio, níquel, arsénico), sales, agua salada, etc.
Por otro lado, algunos hidrocarburos raros o ausentes en el petróleo bruto son sintetizados por cracking o por hidrogenación y se encuentran en los productos petrolíferos después del refino y en petroquímica; tales son las olefinas o hidrocarburos etilénicos Cn H con doble enlace entre los átomos de carbono, los hidrocarburos aromáticos o el acetileno.
Para dilucidar la naturaleza compleja del petróleo crudo y sus derivados, se han tenido que poner a punto procedimientos que permiten determinar la composición y las características físico-químicas de los diferentes productos, después estudiar su comportamiento, primero por ensayos de simulación en laboratorio, después en el curso de su utilización real ulterior. En particular métodos de análisis muy rigurosos se han desarrollado y normalizado, primero en Estados Unidos, después en el mundo entero, para asegurar que la calidad de los derivados del petróleo está definida de manera incontestable antes de ser entregados para su consumo.

Los gases licuados (propano y butano)


Para estos hidrocarburos comercializados en esta líquido en botellas a presión, empleados en forma gaseosa para cocina, calefacción doméstica, iluminación de camping y uso industriales tales como el oxicorte al propano, se verifica sobre todo que su composición y su volatilidad son correctas : ensayo de evaporación, que mide el residuo "fondo de botella", y tensión de vapor, que mide la presión relativa en el recipiente a la temperatura límite de utilización (50ºC), son los dos criterios básicos. El análisis completo de un producto petrolífero ligero se hace por cromatografía en fase gaseosa; los diversos hidrocarburos, arrastrados sucesivamente por una corriente de gas portador, son detectados e identificados a la salida del aparato, y registrado su volumen relativo.




Las gasolinas


La gasolina, sometida a una garantía de utilización particularmente severa tanto como carburante como disolvente, debe, primeramente, estar compuesta por hidrocarburos de volatilidad correcta, lo que se verifica por medio de un test de destilación en alambique automático. Su comportamiento en un motor viene cifrado en laboratorio por diversos índices de octano que miden la resistencia a la detonación y al autoencendido. La gasolina es de natural incolora, pero el aspecto amarillo, rojo o azul de un carburante, conseguido por adición de un colorante artificial, facilita el control de los fraudes.


Los querosenos (petróleo lampante y carburorreactores)


Producto básico de la industria petrolífera desde hace cien años, el aceite para lámparas representa aún hoy en día una cierta solución para el alumbrado, la calefacción o las incubadoras. A fin de limitar los riesgos inherentes a la manipulación de un producto fácilmente inflamable, su volatibilidad está limitada por un contenido en gasolina que se mantiene inferior al 10%, verificado en el test de destilación, mientras que otro aparato mide el punto de encendido, que es la temperatura a la cual un producto petrolífero calentado suavemente comienza a desprender suficientes vapores como para provocar su inflamación súbita al contacto con una llamita. Un petróleo bien depurado debe poder arder durante largas horas sin humear y sin desprender carbonilla, lo que se verifica empíricamente por medio de lámparas normalizadas.

En el caso de los carburorreactores, se mide además su resistencia a la corrosión, a la congelación y a la formación de emulsiones acuosas, así como su estabilidad térmica: este último test se realiza en el "fuel coker", aparato que reproduce en el laboratorio las condiciones de alimentación y de precalentamiento sufrida por el queroseno en los motores de reacción.


Los gas-oils



Este tipo de productos, intermedios entre los ligeros y los pesados, representa en Europa un importante porcentaje de los destinos del petróleo, en su doble función de carburante diesel (motor de gas-oil) y de combustible (fuel-oil doméstico). El motor diese es bastante menos exigente acerca de la calidad de su carburante que el motor de gasolina; sin embargo, es importante garantizar una gas-oil bien destilado: ni demasiado ligero e inflamable- ensayo de destilación y de punto de encendido - , ni demasiado pesado - medida de la viscosidad y de la temperatura de congelación - . Un ensayo en un motor especial normalizado verifica por último la predisposición del producto a inflamarse espontáneamente (índice de cetano).

El fuel - oil doméstico es un gas-oil desgravado de impuestos por lo que su empleo está prohibido a los motores de vehículos. A este efecto es desnaturalizado por agentes trazadores y artificialmente coloreado de rojo . Como para todos los derivados del petróleo, se mide cuidadosamente su contenido en azufre con el fin de limitar la corrosión del aparato utilizador y la polución atmosférica.

Los fuel oils


Estos combustibles líquidos son utilizados en la industria y la marina para el calentamiento de hornos y de calderas, así como para ciertos motores Diesel pesados. El control de sus características afecta principalmente a:

-La viscosidad, que se determina midiendo, a la temperatura de utilización, en el tiempo de flujo de una determinada cantidad de aceite a través de un orificio calibrado, verificando así que el producto podrá ser bombeado fácilmente.
-La potencia calorífica, se evalúa en el calorímetro mediante la combustión en oxígeno de una cantidad pequeña de fuel-oil situada en una bomba metálica:
-el contenido del azufre, que se obtiene igualmente con una bomba de oxígeno midiendo la cantidad de anhídrido sulfuroso producido:
-el punto de encendido:
-el contenido de agua y sedimentos.


Los lubricantes (aceites de engrase)



Extremadamente diversos según su destino, estos productos nobles de refino sufren primero los controles clásicos de inflamabilidad (punto de encendido) y de fluidez (viscosidad, punto de derrame ), pero importa por encima de todo probarlos en las condiciones reales o simuladas de su utilización futura. Su estabilidad al calor y la oxidación, por ejemplo verifica 200ºC haciéndolo barbotear en corriente de aire durante doce horas: la viscosidad

de un aceite mineral bien refinado es aproximadamente doblada a la salida de este tratamiento, mientras que la de una vegetal será dividida en dos.


Las parafinas (ceras de petróleo)



La característica capital de estos derivados sólidos a temperatura normal, en su punto de fusión, que debe ser suficiente elevado para evitar el reblandecimiento de las bujías y el pegado intempestivo de los embalajes parafinados: se mide en el laboratorio anotando la palidez al enfriarse la parafina fundida que corresponde a los primeros síntomas de la solidificación.



Los betunes (asfalto o brea de petróleo)



Hasta hace poco, especialidad de algunas refinerías que los extraían de petróleos brutos particulares, actualmente son productos de gran consumo exigidos en tonelaje creciente para la construcción de carreteras, autopistas, para uniones de inmuebles y otros trabajos de obras públicas, para la industria eléctrica, etc.Son objeto de ensayo de viscosidad, de penetración, de reblandecimiento y de ductibilidad (alargamiento).




 Prospección


La prospección de las acumulaciones de petróleo debe iniciarse por la búsqueda de una roca cuya formación se haya realizado en un medio propicio, es decir, sedimentada en un fondo de bahía o en medio marino o lagunar profundo, y en un ambiente químico reductor. Dicha roca debe ser suficientemente porosa como para almacenar una cantidad rentable de líquido, y tener una permeabilidad que permita su circulación. El tercer requisito es la localización de trampas que hayan permitido la concentración de petróleo en puntos determinados de la roca, (anticlinales, fallas, acuñamientos, etc.) y mantengan unas condiciones hidrodinámicas propias. También se requieren tiempo y espacio suficientes para la formación de la roca madre, de la roca almacén y de las trampas.

Los procedimientos de investigación se inician con el estudio de la bibliografía y cartografía reciente del sector; se sigue luego por estudios de geología de superficie, sondeos, análisis de los tejidos de sondeo, y estudios magnéticos, gravimétricos y sísmicos.
Los métodos magnéticos registran las distorsiones del campo terrestre debidas a las variaciones de susceptibilidad magnética y del magnetismo permanente de las rocas. La prospección magnetométrica aérea permite detectar con rapidez las anomalías importantes de la estructura del zócalo en áreas muy extensas; se realiza mediante un aparato sujeto al avión, que se orienta automáticamente según el vector del campo magnético terrestre y mide su intensidad total. Así se detectan anomalías magnéticas de carácter local, que están a menudo relacionadas con accidentes del zócalo; otras veces sirven para determinar el espesor de las sedimentarias (puesto que estas no son, por lo general, magnéticas), y delimitar así la cuenca sedimentaria antes de iniciar los sondeos.
Los métodos gravimétricos miden las fluctuaciones del campo de gravedad terrestre. Se utilizan especialmente para la localización de domos de sal, con frecuencia relacionados con el petróleo. Ello se debe a que la sal tiene una densidad mucho menor que otros tipos de sedimentos, y las acumulaciones salinas se señalan con un mínimo gravimétrico.
Los métodos sísmicos se basan en la creación de un campo artificial de ondas sísmicas mediante cargas explosivas; dichas ondas se propagan según la elasticidad de las capas y son recogidas, tras reflejarse o refractarse, por unos detectores situados en la superficie.
Estos métodos facilitan una información más precisa que los anteriores sobre las anomalías de estructura; pero, de todos modos, el sondeo de reconocimiento sigue siendo de gran importancia en la prospección, a pesar de su elevado coste.


 Los yacimientos de petróleo

El origen del petróleo es verosímilmente orgánico y marino; pero ha sido posible todavía dilucidar el mecanismo de su formación en el curso de milenios, lenta descomposición de la materia viva en el fondo de los océanos bajo el efecto de presión, de los catalizadores y de bacterias, abocando en la unión de moléculas de carbono y de hidrógeno para dar hidrocarburos. El hecho de que se encuentre petróleo en todas las capas geológicas desde el principio de la Era Primaria (Cámbrico) al reciente Terciario (Pleistoceno) se explica por la migración, lento vagabundaje subterráneo del aceite y del gas natural a través de los poros y de los intersticios de las diversas rocas que componen el subsuelo, aplastadas acuíferas hasta que los hidrocarburos encuentran un pliegue donde se acumulan para formar un yacimiento.
El descubrimiento de yacimientos puede preverse por técnicas de prospección terrestre y . Si fue relativamente fácil encontrar en el siglo XIX los primeros campos petrolíferos gracias a índices geológicos superficiales, la exploración del subsuelo a profundidades que alcanzan casi los 900 m. debe apelar a todos los recursos de la geofísica. La gravimetría y la magnetometría, que miden respectivamente la aceleración de la gravedad y el magnetismo terrestre, permiten en primer lugar trazar mapas subterráneos o submarinos bastante precisos. La prospección sísmica estudia después con más precisión las formaciones interesantes cuyos contornos se revelan por la reflexión o refracción de las ondas elásticas provocadas por explosiones de cargas detonantes, verdaderos miniseísmos artificiales. Gracias a los registros de geófonos receptores que llegan a trazar cortes de terreno muy precisos.
La extensión de estos métodos terrestres a la prospección marina (offshore) supone resueltos los problemas de posicionamiento en alta mar: los levantamientos visuales deben remplazarse por cruces, de ondas hertzianas provenientes de estaciones de tierra o radiosatélites.
Las zonas submarinas a explorar son posteriormente balizadas disponiendo en el fondo del mar emisores de ultrasonidos que permiten al navío situarse muy exactamente sobre sus objetivos.
Si bien resulta generalmente más cómodo prospeccionar en mar que en tierra, donde se choca con las dificultades de movimientos debido a la naturaleza o al hombre la sísmica marina exige, sin embargo, la puesta a punto de métodos especiales, pues aunque sólo sea para no alterar el equilibrio ecológico de la fauna, las cargas de explosivos están prohibidos en las zonas pesqueras. La onda necesaria se obtiene, pues, por medio de una descarga eléctrica, por emisión brutal de aire comprimido o vapor de agua o mediante detonación de gas.



La perforación


Por más perfeccionados que sean los métodos de prospección geofísica, el único medio de estar absolutamente seguro de la existencia de un yacimiento de petróleo o de gas es utilizando el método del sondeo.

El método más utilizado es la perforación rotatoria o trepanación con circulación de barro:
La herramienta está fijada al final de una serie de tuberías que se hacen girar lentamente por medio de potentes motores Diesel situados en la superficie, al lado del "derrick". Este último, que confiere su silueta característica al pozo de perforación, es un mástil o estructura piramidal que permite subir y retirar una a una las tuberías de los pozos a fin de recambiar la punta trepanadora usada y llevar a la superficie una muestra de la roca perforada.


La producción



Cuando la perforación ha alcanzado la zona petrolífera, se procede a la puesta en servicio del pozo, operación delicada si se quiere evitar la erupción y a veces incendio. Se distinguen, pues, dos periodos en la explotación de un yacimiento:

-La recuperación primaria:
Al principio, por el efecto de la presión, el petróleo sube por sí mismo a la superficie: la emanación se debe al drenaje por gravedad o al remplazamiento del aceite sea por una subida del agua bajo presión (water-drive), sea por la expansión del gas disuelto (depletion-drive), o incluso por la dilatación del gas comprimido que sobrenada el aceite (gas capdrive) o una combinación de estos mecanismos. Por consiguiente, la presión natural que tiene tendencia a bajar con rapidez se intenta restablecer por medio de una inyección de gas comprimido 8gas-lift) antes de redisolverle en el bombeo con bombas de balancín (cabeza de caballo) cuyo lento movimiento alternativo es transmitido por un juego de tubos al pistón situado en el fondo del pozo. Llegado a la superficie, el petróleo bruto pasa a una estación de "limpiado", donde se le extrae primero el metano y los gases licuados (estabilización), electrostática y por fin el sulfuro de hidrógeno de desgasificación a contracorriente (stripping).
Para luchar contra el colmatado progresivo de los poros de la roca petrolífera y restablecer la actividad del yacimiento, es necesario "estimular" periódicamente los pozos por acidificación (inyección de ácido clorhídrico), por torpedeo (perforación con la ayuda de balas tiradas con un fusil especial cuyos explosivos descienden a la altura de la formación o por fracturación hidráulica (potentes bombas de superficie hasta la ruptura brutal de la roca colmatada).
-La recuperación secundaria:
Los métodos procedentes, no permiten, por sí solos, llevar a la superficie más que el 20% aproximadamente del petróleo contenido en el yacimiento; de aquí viene la idea de extraer una gran parte del 80% restante gracias a uno de los artífices siguientes:
- El drenaje con agua (water-drive) por inyección de agua por debajo o alrededor del petróleo;
-Reinyección del gas (gas-drive) por encima o atrás del petróleo;
-Drenaje con agua caliente o con vapor, más costoso, pero permite recuperar el 90% del yacimiento.
Producción Mundial de Petróleo (en millones de toneladas):


AÑO PRODUCCIÓN AÑO PRODUCCIÓN



1870 0´8 1963 1.303

1880 4´1 1965 1.505
1890 10´1 1967 1.761
1900 20´3 1970 2.278
1910 31 1974 2.785
1920 93´7 1976 2.843
1930 191´8 1977 2.971
1940 292´4 1978 3.024
1948 467´1 1979 3.114
1956 839´6 1980 2.979
1960 1.045´2 1981 2.776

Las reservas de petróleo


En realidad, la tasa de recuperación actualmente practicada no sobrepasa en término medio el 35%, cifra más allá de la cual es, en efecto, más económico descubrir nuevas fuentes. Se distingue, pues entre las reservas totales supuestas, del orden de 400 a 500 GTm, las reservas en lugar conocido (alrededor de 250 GTm), y las reservas probadas o rentables para las técnicas modernas, evaluadas en 74,5 GTm.

Siendo el consumo de 29,6 GTm anuales, se puede intentar hablar de una treintena de años de reservas en relación con las necesidades. Pero no hay que olvidar que inmensas zonas sedimentarias, sobre todo en el Ártico, Alaska, Canadá, Groenlandia, Siberia y sus archipiélagos están todavía poco explotadas.
Por otra parte, el agotamiento progresivo de campos de petróleo tendrá por contrapartida la rentabilización de la explotación de otras fuentes naturales:
-Las arenas bituminosas, cuyos yacimientos canadienses representan por sí solos 100 GTm de aceite recuperable.
-Los exquisitos bituminosos, de los que se podrían sacar 1000 GTm de productos petrolíferos.
-Las reservas de carbón y de lignito, que representan al menos 5000 GTm de petróleo sintetizable por hidrogenación, durante veinte siglos según el consumo actual.

RESERVAS DE PETRÓLEO
(expresadas en gigatoneladas)
EEUU 3´4
CANADÁ 0´7
MÉXICO 8´9
VENEZUELA 8´5
DIVERSOS 2
HEMISFERIO
OCCIDENTAL 23´5
ORIENTE MEDIO 90
ÁFRICA 8´4
EUROPA
OCCIDENTAL 2
EUROPA
ORIENTAL 8
DIVERSOS 6
HEMISFERIO
ORIENTAL 114´4
TOTAL: 137´9

 Transporte del petróleo bruto


El papel del transporte en la industria petrolífera es considerable: Europa occidental importa el 97% de sus necesidades, principalmente de África y de Oriente Medio y Japón el 100%. Pero los países que se autoabastecen están apenas mejor dotados, porque los yacimientos más importantes se encuentran a millares de kilómetros de los centros de consumo, en Estados Unidos como en Rusia, en Canadá como en América del Sur.

El petróleo gigante (superpetrolero), es el medio más económico para transportar energía, bajo la forma guesea; tiene asimismo la ventaja de una gran flexibilidad de utilización; en conjunto, los mares del mundo están surcadas permanentemente por una flota de un total de 244 M de capacidad, constituida por millares de unidades radiodirigidas en cada instante según las exigencias lógicas.
La pipe-line de petróleo bruto (oleoducto) es el complemento indispensable y a veces el competidor del navío de alta mar: en efecto, conduce el aceite del yacimiento situado a una distancia más o menos grande de tierra adentro, al puerto de embarque del yacimiento submarino a la costa más cercana ; del yacimiento directamente a la refinería o finalmente, del puerto de desembarco a la refinería.
En Europa, el avituallamiento de zonas industriales alejadas del mar exige el equipamiento de puertos capaces de recibir los superpetroleros de 300000 y 500000 Tm de carga, almacenamientos gigantes para la descarga y tuberías de conducción (pipe-lines) de gran capacidad.


El refino


El petróleo crudo no es directamente utilizable, salvo a veces como combustible, aunque puede ser revalorizado con el "refino", de donde resultan, por centenares, los productos acabados y las materias químicas más diversas. Esta función está destinada a las "refinerías", factorías de transformación y sector clave por definición de la industria petrolífera, bisagra que articula la actividad primaria y extractiva con la actividad terciaria.

El término de refino, heredado del siglo XIX, cuando se contentaba con refinar el petróleo para lámparas, reviste hoy en día tres operaciones:
-La separación de los productos petrolíferos unos de otros, y sobre la destilación del crudo (topping).
-La depuración de los productos petrolíferos unos de otros, sobretodo su desulfuración.
-La síntesis de hidrocarburos nobles mediante combinaciones nuevas de átomos de carbono y de hidrógeno, su deshidrogenación, su isomerización o su ciclado, obtenidos bajo el efecto conjugado de la temperatura, la presión y catalizadores apropiados.
Además de estas unidades de proceso, una refinería comprende una central termoeléctrica, un parque de reservas para almacenamiento, bombas para expedición por tubería, un apeadero para vagones-cisterna, una estoción para vehículos de carretera para la carga de camiones cisterna; es pues una fábrica compleja que funciona 24 horas diarias con equipos de técnicos que controlan por turno todos los datos. Mientras que antes las antiguas refinerías ocupaban a centenares y a veces a millares de obreros en tareas manuales, sucias e insalubres, las más modernas están dotadas en la actualidad de automatismos generalizados para el control y la conducción de los procesos y no exigen más que un efectivo reducido de algunas personas.
En un inicio, el refino se practicaba directamente en los lugares de producción del petróleo, pero pronto se advirtió que era más económico transportar masivamente el crudo hasta las zonas de gran consumo y construir refinerías en los países industrializados, adaptando su concepción y su programa a las necesidades de cada país.


 La distribución


Se agrupan bajo este vocablo las operaciones finales, pero no las más delicadas, de la industria petrolífera, que consisten en transportar los productos salidos de las refinerías, almacenarlos en depósitos y puntos de venta y por último expenderlos a los clientes gracias a una red de comercialización que cubra el con junto del territorio. Ciertos clientes importantes pueden ser servidos directamente de las refinerías. Así es como una central eléctrica recibirá su fuel-oil directamente por oleoducto o por cisternas, pero, por regla general, la distribución exige un despliegue de medios múltiple en función de la infinita variedad de necesidades de los clientes, y no sólo por los productos en sí mismos, sino también por los servicios accesorios a la venta. En estas condiciones, las inversiones y gastos operacionales de distribución son mucho más elevados que los de una refinería, que cubre, como lo hace:



- Los oleoductos de productos;

- los barcos de cabotaje de alta mar;
- los transportes fluviales (canoas, chalanas, remontadores);
- los depósitos de almacenamiento;
- los vagones-cisterna;
- los camiones-cisterna, grandes transportes de 35 Tm o pequeños distribuidores de fuel doméstico;
- las estaciones de servicios, de las que las más modernas son verdaderos centros comerciales donde el automovilista encuentra todo lo que le hace falta para su coche y la distracción contra la monotonía de la autopista;
- el avituallamiento de las aeronaves (150 Tm de carburorreactor para un Boeing "747") por medio de camiones especializados y una red de canalizaciones subterráneas;
- el suministro a los navíos en todos los puertos por barco cisterna o por conducciones en el muelle unidas al depósito de fuel-oil;
- el llenado de botellas de gas licuado (butano o propano).

  La investigación


Una industria tan compleja y de desarrollo tan rápido como la del petróleo no puede prosperar y, a largo plazo, sobrevivir frente a otras formas de energía sino se practica un esfuerzo constante para profundizar en el conocimiento científico de los hidrocarburos y para innovar en todos sus dominios.

La investigación fundamental se lleva a cabo sobre las propiedades físicas y químicas del crudo y de los productos, sobre los fenómenos de combustión, oxidación o comportamiento extremo. Los métodos de prospección y el estudio de yacimientos son de la competencia de especialistas en paleontología, geología y geofísica, por su lado los procedimientos de refino son objeto de una investigación incesante por lo que respecta a los catalizadores, la mejor separación de los productos, la hidrogenación o la síntesis química con la ayuda de unidades piloto a escala semiindustrial.
Se llevan a cabo otras investigaciones sobre la calidad y las condiciones de utilización de los productos acabados, en unión estrecha con los consumidores, como son los ensayos "de larga duración" de lubricantes en banas o sobre autódromo. Otras investigaciones petrolíferas desembocan, a veces, fortuitamente, en campos enteramente nuevos o que conciernen a otras industrias, como los plásticos o la microbiología.
La gestión de un grupo multinacional o incluso mundial, como son algunas compañías de petróleo, no se concibe hoy en día sin la ayuda de ordenadores que utilizan modelos matemáticos para el reparto de productos en función de los rendimientos de diferentes crudos, para la programación de la flota marítima y para escoger el modo de realizar las inversiones: es la investigación operacional.


El petróleo y su entorno


La importancia crecientemente del papel jugado por el petróleo y sus derivados en el siglo actual ha tenido por resultado una toma de conciencia y a veces un temor exagerado de posibilidades de polución y perjuicio que esta industria simboliza como ninguna. En realidad, los aceites minerales están generalmente desprovistos de toda agresividad tóxica o bacteriológica, hasta el punto de que su uso fue buscado durante siglos por la medicina y la farmacia. Sin embargo, los productos petrolíferos sin incontestablemente, aunque no sea más que por los enormes tonelajes mantenidos en circulación, muy peligrosos en determinados aspectos y deben ser objeto de esfuerzos constantes sobre todo en los campos siguientes:

1- los incendios y las explosiones constituyen un riesgo permanente no sólo para los pozos, sino incluso para los usuarios.
2- los vertidos accidentales a causa de naufragios o erupción de pozos marinos pueden polucionar el suelo, causando las "mareas negras", de las que son víctimas de los peces y aves que incomodan también a los hombres.
3- las emanaciones de las refinerías deben estar estrictamente limitadas y controladas a fin de evitar toda polución del aire, del suelo y de los ríos, así como de ruidos.
4- la utilización de los productos petrolíferos, por último, es el campo donde la lucha contra las molestias puede dar mayores resultados, ya se trate de la polución de los ríos por aceites o de la toxicidad, mortal en un local cerrado, de los gases de escape.

 El petróleo en la política internacional


Desde la Segunda Guerra Mundial, se ha pasado progresivamente de la época heroica, donde "el petróleo es del que lo encuentra", a la era de la descolonización, donde "el petróleo pertenece a la nación". Numerosos países productores, sobre todo en Oriente Medio y en América latina, sacan del petróleo una parte considerable de su producto nacional bruto y sus gobiernos buscan aumentar las rentas (royalties) y los impuestos que comprometen a pagar las compañías petrolíferas por el derecho a prospeccionar una determinada zona y de extraes los hidrocarburos que podrían encontrarse. Durante largo tiempo, el acuerdo se hacía sobre la base llamada "50-50": el país productor y la sociedad concesionaria se repartían igualmente el beneficio que representaba la diferencia entre el precio de fabricación (coste de fabricación) y el precio de venta (precio fijado en el puerto de desembarco). Agrupados en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), los productores han obtenido que la fiscalidad de base sea llevada a cotas cada vez superiores en una escalada de aumentos sin precedente qeconómica de graves repercusiones, en especial en los países importadores (todos los de Europa occidental y Japón). En caso de fracaso de las negociaciones, el gobierno productor puede proceder, contra indemnización, a la nacionalización parcial o total de los haberes de la compañía petrolífera expropiada: así fue como, en Febrero en 1971 Argelia tomó el control del 51% del patrimonio de las sociedades francesas en este país.

En todos los países, los productos petrolíferos, y particularmente, los carburantes, sirven de soporte a una importante fiscalidad, hasta el punto de que el precio real del litro de gasolina para automóvil en España es del orden del 25% del que en realidad paga el consumidor.

Las grandes compañías de petróleo


- Atlantic Richfield Company: sociedad norteamericana creada en 1870 es una de las compañías petrolíferas más dinámica del sector.

-British Petroleum Company Ltd (the) (BP), sociedad británica fundada en 1909 con el nombre de Anglo-Persian Oil Company.
-Continental Oil Company: sociedad norteamericana creada en 1920. Puede ser considerada como uno de los grupos petrolíferos más internacionales.
-ELF-ERAP sociedad francesa nacida en 1966. Su recreación encaja en el cuadro de reestructuración de la industria petrolera francesa de la que el estado desea que cubra las necesidades nacionales.
-Ente Nazionale Idrocarburi (ENI) oficina nacional italiana de hidrocarburos instituida por el parlamento italiano en 1953 y propiedad exclusiva del estado.
-Gulf Oil Corporation, sociedad norteamericana creada en 1866 para la producción de petróleo descubierto en Spindletop.
-Mobil Oil Corporation, compañía creada en 1866 con el nombre de Vacuum Oil Company. Por su fusión en 1931 cuenta con una flota de 50 barcos petroleros.
-Norsk Hydro, sociedad anónima noruega fundada en 1905 bajo la razón Social Noruega del Nitrógeno y fuerzas hidroeléctricas. La importancia adquirida por la extracción de gas por el grupo, justifica el hecho de considerarlo como una firma petrolífera.
-Petrofina, sociedad anónima belga constituida en 1920. Antes de la Segunda Guerra Mundial, se extendió en la mayor parte de los países occidentales y conoció un desarrollo importante de producción, del refino y la distribución así la industria petroquímica.
-Petroles d´Aquitaine (Societé Nationale des) SNPA, sociedad anónima francesa creada en 1941, fecha del descubrimiento del yacimiento de gas natural.
-Phillips Petroleum Company, compañía norteamericana constituida en 1917, uno de los grupos petroleros más importantes del mundo.
-Royal Dutch- Shell, sociedad anónima holandesa constituida en 1890
-Standard Oil Company (California), empresa petrolífera norteamericana creada en 1889, después de haber adquirido su independencia en 1911.
-Texuco Inc., sociedad petrolífera norteamericana, clasificada entre las diez primeras firmas de Estados Unidos por la cifra de negocios. Creada en 1902 registrada en el estado de Delawere en 1926, con el nombre de Texas Company, que conservó hasta 1959.

 Geografía económica del petróleo


El petróleo es utilizado por la economía moderna desde hace apenas más de un siglo después del sondeo favorable del coronel Drake en Titusville en 1859. Hoy en día es la primera fuente de energía: suministra casi un 40% del total. El tonelaje extraído ha sobrepasado los 3154 millones de toneladas. No hay producto que haya sufrido una expansión tan rápida tanto por lo que respecta a su extracción como a sus aplicaciones.

- Condiciones de producción: la parte más delicada de la operación es la prospección: al principio, las perforaciones de explotación se hacían más o menos al azar, aunque los pozos secos eran muy numerosos. La colaboración de los geólogos permitió reparar en las formaciones y las disposiciones de capas favorables. De hecho, las indicaciones que se pueden recoger en la superficie son a menudoinsuficientes, sobre todo cuando interesan las estructuras profundas, lo que es cada vez más corriente. Hay que hacerse por tanto una idea de la geología a varios kilómetros de profundidad. Se consigue por medias gravimétricas, por estudios magnetométricos del magnetismo terrestre y por la prospección sísmica. Las perforaciones que así se acometen son seguidas por los geólogos, que sacan de los minerales que se extraen indicaciones cada vez más precisas. A veces, se ensancha el campo explorado recurriendo a los métodos de sondeo eléctrico.
Cuando se descubre una roca-almacén, hay que evaluar su importancia. Generalmente esto sólo puede hacerse por medio de un cuadrilátero de sondeos que requieren la extensión y diámetro del yacimiento para así conocer modo según el que se encuentra el petróleo dispuesto en la roca-almacén: cuando éste está inserto entre las cavidades y las diaclasas de una roca calcárea cársica, el cálculo de reservas es más delicado, pero su recuperación es más completa.
Las perforaciones de explotación y de exploración plantean más o menos los mismos problemas. Se ha llegado a utilizar dispositivos rotativos que permiten progresar más rápido que con sistemas por impacto utilizados al principio. Los trépanos que atacan la roca se pueden disponer de tal modo se corten los anchos estratos geológicos que encuentran en su perforación. La circulación líquida pesada de barita permite al unísono evacuar los productos triturados, refrigerar el trépano y evitar gracias al peso de la columna, un chorro incontrolado en el caso que se encuentre un yacimiento bajo presión. La utilización de turbinas da interesantes resultados en ciertos casos.
El precio de la perforación aumenta rápidamente con la profundidad: esto es de fácil compresión. Para cambiar las herramientas de corte, en el fondo, hay que sacar y desmontar una columna cada vez más larga. Hoy en día se desciende habitualmente a 5000 o 6000 pero los costes son en estos casos muy elevados. Se ha aprendido a perforar en condiciones cada vez más difíciles: se trabaja, por ejemplo, bajo aglomeraciones crecientes en oblicuo. Desde hace más de medio siglo en el Caspio, en la laguna de Maracaibo y a lo ancho de Texas y de la Louisiana, se ha aprendido a instalar plataformas sobre fondos sumergidos a algunos metros. Se franqueó un umbral cuando se realizaron las primeras islas artificiales: con ellas, todas las plataformas continentales se convirtieron en explotables.
El descubrimiento de un yacimiento cuesta caro y requiere el empleo de un personal altamente tecnificado y materiales delicados. La explotación es mucho menos latosa: la presión del gas basta generalmente para hacer subir el crudo al principio de la explotación. Después hay que bombearlo. Se escoge una cadencia de extracción que permite recuperar el porcentaje mayor de petróleo, lo que lleva a operar lentamente, pero no hay que dejar tampoco dormidas las inmovilizaciones. El ritmo óptimo lo fija el compromiso entre ambos imperativos.
La prospección y la puesta en macha de los yacimientos presuponen menos poderosos, una estructura muy concentrada de empresas. Esto es necesario también para desarrollar e inventar todas las técnicas utilizadas. La industria petrolífera es una de aquellas donde el gigantismo ha conducido a inversiones de investigación importantes y un progreso incesante. Sin embargo, empresas medias pueden tener éxito el campo de perforación y extracción. Hasta con que la legislación les sea favorable: en Estados Unidos, por ejemplo, donde el subsuelo pertenece al propietario del suelo, existe un número importante de pequeñas firmas a las que medidas de sostén de precios y de restricción de la extracción han salvado de la concentración y de la absorción por sociedades mayores.
Es en el transporte y el refino de productos donde las ventajas de la gran dimensión aparecen mejor. La constitución de una flota petrolera cuesta cara, pero eso no lleva necesariamente a la concentración: se puede pasar por armadores independientes, de los que más poderosos, Niarchos y Onassis, son conocidos de todos. En materia de transportes continentales parece que desde hace tiempo la moda más ventajosa, para el crudo al menos, era el oleoducto: ha sido a este nivel, a menudo, en el que las grandes empresas han operado para tomar el control de la producción petrolífera.
En el estado siguiente, el del refino, las pequeñas unidades, las que tratan menos de un millón de toneladas, pueden ser muy eficaces, pero es imposible lanzarse a ciertas operaciones delicadas, imposible igualmente obtener una masa suficiente de productos para justificar la creación de industrias petroquímicas. Éstas han nacido y se han desarrollado en buena parte bajo el impulso de laboratorios de investigación de los grupos más importantes.
No son sin duda industrias donde la gran empresa oligopolista haya mostrado con más extraversión, su eficacia y su dinamismo. Esto explica que el mundo petrolífero haya permanecido largo tiempo dominado por los países más avanzados del mundo capitalista, Estados Unidos, Gran Bretaña, Países Bajos. Alemania estaba a punto de entrar en el sector antes de la Primera Guerra Mundial, pero éste rompió con la posibilidad. Francia encontró un lugar modesto entre las dos guerras. En Rusia, donde la extracción había conocido un desarrollo espectacular antes de la revolución, el nuevo régimen llegó a conseguir sin demasiada dificultad el nivel anterior de producción, incluso lo sobrepaso un poco, pero hizo falta una generación para que la industria petrolera del estado fuera realmente tan dinámica y creadora como la de los países capitalistas: fue hacia 1950 cuando se puso a nivel. Al mismo tiempo, se multiplicaron las empresas nacionales en los países menos avanzados del mundo occidental, y luego en los del tercer mundo: en Italia ( el Ente Nacionale d´ Idrocarburi, ENI), en Brasil, en México, en Argentina, las sociedades del estado tomaron la gerencia de las riquezas nacionales.
Los gastos de transporte de los productos petrolíferos son bajos, aunque las actividades que nacen de la utilización de esta fuente de energía estén o puedan estar situadas muy lejos de los campos de extracción. En una primera fase, hasta alrededor de 1900, el petróleo fue utilizado sobre todo para el encendido: era sólo un producto secundario. La invención y después la puesta a punto del motor de explosión y del motor Diesel cambiaron la situación: el petróleo se hizo indispensable para la circulación automovilística y para la aviación. Jugó luego un papel creciente en la navegación marítima. Como los productos cuya demanda creció eran productos ligeros, se inventaron los procesos de cracking , que permitieron sacar ventajas de la gasolina de los crudos. A pesar de esto, los productos pesados no eran abundantes: para aprovecharlos no se dudó en ponerlos a precios más bajos. Así, el petróleo se convirtió poco a poco en el sustituto del carbón en numerosas actividades industriales: alimentación de las centrales térmicas, y por su intermedio, de todos los motores eléctricos; hizo maravillas en las industrias del fuego, porque su combustión es fácil de regular y de conducir. Por último, reemplazó cada vez más al carbón como base de la industria química de síntesis: sin petróleo no habría ni detergentes, ni telas sintéticas a bajo precio, ni caucho artificial, ni materias plásticas, etc.
Hasta lo años 30, las refinerías se continuaron construyendo corrientemente en la proximidad de los yacimientos, en los puertos de exportación. Así se construyeron la refinería gigante de Abadan, en Irán, y la de Curaçao frente a las costas de Venezuela. Se fue viendo sin embargo, que no era ésta la mejor ubicación para los países importadores. La mayor parte de ellos debían realizar en su territorio una actividad que revaloraba mucho el producto, lo que reducía sus ganancias en divisas. El transporte de crudo, homogéneo, se puede hacer más fácilmente en grandes cantidades que el de algunos productos terminados: en consecuencia, entre 1930 y 1955, se multiplicaron las refinerías en los puertos de desembarco de importaciones.
Al cabo de una quincena de años, a inicios de los 60, la evolución había ido más lejos. Por tierra el oleoducto ofrecía tales ventajas que se buscó acercar cada vez más a refinerías a los centros de consumo: se construyeron conducciones desde los puertos de desembarco de crudos a lo largo del Mediterráneo y se construyeron refinerías en Feyzin, Estrasburgo, Karlsruhe, Ratisbona y en la afueras de París y Rennes. Disponiendo instalaciones de tamaño medio en Rosario, es posible beneficiarse de bajos costos de transporte, accediendo a escala donde las industrias derivadas son posibles.
La geografía del petróleo es, pues, una geografía en contante mutación. En cuanto a la producción, lo es en la medida en que no es cuestión de dejar dormir las reservas una vez que son descubiertas. Las inversiones iniciales son tales que hay que agotar todo el negocio en 20 ó 30 años. Si nuevos descubrimientos no permiten reemplazar los campos que se agotan, el país productor ve disminuir su papel progresivamente. En cuanto al consumo, la geografía se modela según la de los niveles de desarrollo, de equipamiento automovilístico, y de densidad rodada; también según la de la progresiva sustitución de petróleo por hulla en los viejos países industriales, pero, allí, las consideraciones de política comercial desempeñan un papel fundamental. Con el tiempo, el mercado se prolonga hasta los países del tercer mundo, porque es frecuentemente por el petróleo como comienza a crecer su consumo energético: éste alimenta las pequeñas centrales eléctricas, los motores de los vehículos, es fácil de distribuir por todas partes.


Desarrollo de la producción



En esta geografía en perpetua transformación, es posible marcar etapas. Desde los orígenes, la producción se dobla prácticamente cada 10 años; ésta sólo quedó congelada cuando la gran crisis de 1929 y un poco de la Segunda Guerra Mundial. Se pasó así de 10 M Tm en 1890 a 20 M Tm en 1900, a 50 M Tm en 1910, a 97 M Tm en 1920, a 210 M Tm en 1930, a 292 M Tm en 1940, a 530 M Tm en 1950, a 1050 M Tm en 1960, a 2300 M Tm en 1970, a 3154 M Tm en 1992.

Cada etapa se ha traducido por deslizamientos en los crecimientos geográficos de la producción y por la transformación de la organización y el equilibrio del mercado.
La fase pionera corresponde a finales del siglo XIX. El petróleo provenía de Estados Unidos, donde se explotaban los campos de los Apalaches y de Indiana, y después los de California; al final del período heroico, las perforaciones revelaron ya la importancia de los recursos de la Mid Continent Field; los estados del sur, Oklahoma, Texas y Louisiana , participaron en la explotación. El petróleo provenía también de Rusia, donde se puso activamente en marcha el yacimiento de Bakú. fue ahí donde los intereses europeos se activaron; los hermanos Nobel desempeñaron un papel importante. Gracias a ellos, Suecia se interesó temprano en el transporte marítimo del petróleo, adoptó y perfeccionó los Diesel para la propulsión de barcos: esta especialización les dio a los suecos una ventaja duradera.
Se descubrieron también durante esa fase pionera, antes de la Primera Guerra Mundial, los yacimientos de Indonesia; allí es donde nació, por asociación entre un productor holandés y un transportista inglés, la Royal Dutch-Shell . En América Latina , la extracción era activa en México, que se convirtió por varios años en el segundo productor, los primeros descubrimientos se sitúan en esta época.
Antes de la guerra de 1914, la actividad petrolífera comprometió a numerosas empresas. La concentración, sin embargo, fue precoz. John Davison Rockefeller (1839-1937) edificó la Standard Oil controlando el transporte y el refino. La legislación antitrust obligó a la sociedad a dividirse, y de esta diáspora nacieron la mayoría de las grandes firmas petrolíferas. Los estados no intervendrán aún sino discretamente en el curso del petróleo: no comprendían aún su interés estratégico.
En Oriente Medio, en Mesopotamia e Irán, nacieron las competencias. Gran Bretaña rivalizó con Rusia para penetrar en Persia: la Anglo- Persia y creadora para explotar los petróleos allí descubiertos, se asoció con los alemanes para hacer prospecciones en los alrededores de Mosul de las riquezas que se le suponían.
La Primera Guerra Mundial transformó profundamente la fisonomía de la economía petrolífera. Los estados intervinieron cada vez más directamente sobre el mercado. Los usos estratégicos y la democratización del automóvil estimularon el consumo. La competencia alcanzó altas cotas durante los año 20. El crecimiento de la producción americana y la de Venezuela permitieron hacer frente a las nuevas demandas, sin embargo en Oriente Medio los intereses británicos (Royal Dutch y British Petroleum, nacida de la readquisición por el Almirantazgo, en 1914, de la Anglo-Persia), franceses (Compagnie Française des Petroles) y americanos (Standard Oil of New Jersey y Socony-Vacuum) se asociaron en el seno de la Irak Petroleum Company.
El desarrollo de la producción se hizo con un desorden tal que los caudales variaban mucho, amenazando por momentos la rentabilidad de la explotaciones. En 1928, Sis Henri Deterding , que dirigía la Royal Dutch Shell, invitó a su castillo de Achnacarry, en Escocia , a los dirigentes de la Standard Oil of New Jersey y la Anglo-Persian: allí se pusieron de acuerdo para organizar el mercado mundial. Progresivamente, el cartel se fue ensanchando hasta comprender a diez miembros, dos de ellos ingleses (Anglo-Persian y Shell), cinco americanos (Standard Oil of New Yersey, Gulf Oil, Texas Company, Standard Oil of California y Socany-Vacuum) y uno francés (Compagnie Française des Pétrles).
La acción del cartel fue eficaz; regularizando los caudales, manteniendo beneficios substanciales, permitió la racionalización de la prospección que adquirió carácter científico. La política practicada no era sin embargo malthusiana: los precios permanecerían bastantes bajos para no hacer estimulante la demanda. Las inversiones efectuadas en materia de prospección química abrieron también nuevos horizontes. Por último, la estructura geográfica de los precios, fijados como si todo el petróleo de la costa del golfo de México a Estados Unidos, daba ventajas a la explotación de los yacimientos próximos a Europa, los de Oriente Medio en especial.
La Segunda Guerra Mundial no hizo sino confirmar el control del mercado por el cártel. Éste era capaz de hacer frente a todas las demandas de los beligerantes y no modificó su política más que creando un segundo punto de base para la fijación de los precios, el golfo Pérsico. Durante la guerra, la prospección y extracción se incrementaron por todas partes. Las destrucciones fueron despreciables en cuantía: no afectaron más que a los pozos del antiguo país caucasiano, los de Rumanía y del norte de Alemania. Estados Unidos y Venezuela se situaron en primera fila de los productores, pero los descubrimientos efectuados en la orilla del sur del golfo Pérsico por los americanos, influyentes en Arabia Saudí, modificaron el equilibrio del mercado. Se descubrieron nuevos recursos en la URSS, entre el medio Volga y los Urales, en el segundo-Bakú: si bien la producción continuaba dominada por el continente americano, las reservas conocidas se ubicaban, sin embargo, en mayor cuantía en el viejo mundo.
A partir de los inicios de los años 50, el equilibrio del mercado se rompió, por la aparición de productores independientes, por la multiplicación de las compañías nacionales, por la política cada vez más independiente de los países productores y por el papel de suministradores del mundo socialista.
Desde antes de la Segunda Guerra Mundial, México, Argentina, Brasil y Bolivia habían nacionalizado sus industrias petrolíferas. La experiencia había sido generalmente poco concluyente. El primer país que consiguió cierto éxito de entre los países productores fue Venezuela, que lo logró cuando se le impuso la cláusula de la división por mitad de los beneficios. En Oriente Medio los vientos corrían a favor de la nacionalización de los Anglo-Irairian por Mossadegh: a partir de 1951, el peso de los productos creció en todas partes.
Durante un tiempo, las compañías pudieron jugar con la timidez de los soberanos mal informados: adularon a los Emiratos del golfo Pérsico o inscribieron su acción en el seno de las estructuras coloniales, como Francia en Argelia. Total, no se ganó sino algunos años de tranquilidad.
A medida que fue pasando el tiempo se comprobó que Oriente Medio era preponderante en cuanto a reservas mundiales. La baja de los precios que resultó de las nuevas formas de competencia aceleraron la sustitución del petróleo por la hulla en Europa y Estados Unidos. Se acentuó la independencia de las grandes empresas industriales frente a los suministradores de todo el mundo. La Organización de los países exportadores de Petróleo (OPEP) fue cada vez pensando más en el mercado; estos estados obtienen una parte creciente de beneficios, vigilan para que los caudales no se degraden, están dispuestos a limitar el volumen de sus ventas si esto se traduce en beneficios más importantes. Se comprende de golpe el interés que suscita el descubrimiento de campos como los del mar del Norte o Alaska.
En los últimos años los productores de Oriente Medio, con Arabia Saudí en cabeza, Irán y Kuwait, suministran el 29% de la producción mundial (si se añaden Libia y Argelia se sobrepasa el 32%). El resto de África no supone un productor importante, salvo Nigeria. El extremo Oriente no interviene más que con dos productores medios, China e Indonesia. Europa está peor provista aún. Pero Noruega obtiene grandes ingresos gracias a sus yacimientos, y Reino Unido puede producir mucho gracias a sus reservas del mar del Norte. Rumanía, que era un pequeño productor, está en franca decadencia. América Latina cuenta con dos grandes productores: México y Venezuela (seguidos de lejos por Argentina, Brasil, Colombia y Ecuador). Estados Unidos asegura el 13% de la producción mundial, pero su producción tiende al estancamiento. En Canadá, el petróleo disponible excede ligeramente las necesidades locales. La URSS, antes de su disolución contaba con un 20% del petróleo mundial, pero en la actualidad buena parte de estos yacimientos han quedado fuera del territorio ruso. El alza del consumo es el hecho irreversible de los países industriales. Rusia asegura sus necesidades, por lo que los transportes más importantes se destinan a Europa, a Japón, y a Estados Unidos (pues este país que dispone de importantes reservas, prefiere importar petróleo al extranjero).
Los aprovisionamientos se realizan, básicamente, por los puertos del Mediterráneo y del Pérsico, pero la inestabilidad política de la zona entorpece el aprovisionamiento. La guerra entre Irán e Irak, y más tarde la guerra del Golfo, dificultaron el aprovisionamiento de crudo y elevaron el precio de los combustibles.
La capacidad de refino está localizada aproximadamente en un quinto para Estados Unidos, un octavo para Rusia, y otro quinto para Europa occidental. Ahora el mundo comienza a preguntarse cuánto tiempo podrá desarrollarse la producción al ritmo actual.
En 1973 se calculaban las reservas disponibles en 7300 Tm (el equivalente de treinta años de consumo). Actualmente se estiman en 138000 M Tm, que serían rentables mediante los actuales métodos de explotación, a las que se habrían de añadir 300000 M Tm más que podrían extraerse si fueran inventados métodos de extracción menos costosos.
También hay una gran cantidad de petróleo no convencionales, hasta ahora no explotados, pero que podrían cumplirse su función.
Las estimaciones de reservas, a inicios de los años 90, otorgaban el 3% de éstas a América del Norte, el 13´5% a América Latina, el 66% a África, el 1´5% a Europa occidental, el 6% a la antigua Europa oriental, y el 4% a Extremo Oriente.
De estas estimaciones se extrae la conclusión del profundo desequilibrio entre reparto de reservas y reparto del consumo. Son muy pocos los estados industrializados que emplean su propio crudo, lo que provoca una fuerte dependencia de las fuentes de aprovisionamiento del tercer mundo.
Se comprende, pues que, en todos los países occidentales se busquen medios especialmente después de la crisis de 1973 que desequilibró las balanzas de pagos de los países importadores. La energía nuclear no se ha revelado como una alternativa efectiva, y su utilización tiende a reducirse. En la actualidad se investigan medios para mejorar la producción de los yacimientos (mediante técnicas de inyección de vapor, por ejemplo). Pero la prioridad se centra en la reducción del consumo energético, sea utilizando campañas de sensibilización, sea mediante mejoras técnicas como el empleo de superconductores.


Almacenamiento de petróleo y gas

Operación consistente en inmovilizar temporalmente ciertos volúmenes de petróleo y de gas encerrándoles en recintos llamados depósitos.

 Papel del almacenamiento

La necesidad de almacenar los recursos energéticos para controlar mejor su producción, su transporte, su distribución y su utilización es evidente en la medida en que se desea asegurar un abastecimiento abundante y regular de las industrias y de los consumidores. Ahora bien, la industria del petróleo como la del gas, están sometidas a riesgos de toda especie, cuyo origen puede se debido a deficiencias técnicas, como las averías de las máquinas en las refinerías, a borde de los buques o en los oleoductos; a causas naturales imprevisibles, como la incertidumbre en la prospección de los yacimientos, las tormentas en el mar y en tierra o los incendios; y también a problemas políticos, económicos y comerciales, como las crisis que afectan periódicamente las relaciones entre países productores y países consumidores.
La importancia de la función "almacenamiento" puede juzgarse por el hecho de que, en una refinería, el parque de depósitos representa un gasto de capital equivalente al de los procesos y tratamientos, y una ocupación del suelo que inmoviliza el 80% del terreno disponibles.

Tipos de almacenamiento

En realidad, el almacenamiento debe quedar asegurado en cada etapa del camino recorrido por el petróleo para ir desde el pozo hasta el surtidor o la caldera.

Almacenamiento del bruto: es raro que una refinería pueda ser alimentada directamente a partir del yacimiento, debiendo existir una doble rotura de la continuidad del caudal en su trayecto intermedio por buste-cisterna o por oleoducto transcontinental, lo que obliga a mantener un stock de petróleo bruto de cinco días como media, tanto en el punto de embarque como en el de desembarque . La capacidad del terminal, o almacenamiento de cabeza de línea, debe tener en cuenta la capacidad unitaria-500.000 Tm de carga para las más recientes superpetroleros. La cadencia irregular de llegada de los buques para cargar y descargar, la capacidad y el método de explotación de los oleoductos, y por último la necesidad, de almacenar aparte ciertos petróleos brutos menos sulfurosos.

Almacenamiento en la refinería: se deben prever numerosos depósitos aguas arriba y abajo de cada unidad de proceso para absorber las discontinuidades de marcha debidas a los paros de mantenimiento y a los tratamientos alternativos y sucesivos de materias primas diferentes, para almacenar las bases, cuyos productos terminados serán sacados a continuación por mezcla, y para disponer de una reserva de trabajo suficiente a fin de hacer frente a las variaciones de envío, tales como la recogida de un gran cargamento recibido por mar.

Almacenamiento de distribución: solamente una pequeña parte de la clientela puede ser abastecida directamente, es decir por un medio de transporte que una directamente el usuario con la refinería. En la mayoría de los casos, es más económico construir un depósito-pulmón, terminal de distribución, abastecido masivamente por el medio de transporte que viene de la refinería, ya se trate de conducciones (oleoductos de productos terminados), buques (para los depósitos costeros), barcazas fluviales, vagones cisterna o camiones cisterna. A partir de este depósito-pulmón, el consumidor será alimentado por un corto trayecto de grandes transportes por carretera o camiones de distribución.

* Almacenamiento de reserva: tras la crisis de 1956 (segunda guerra arabé-israelí) que condujo al racionamiento de la gasolina en ciertos países de Europa occidental, la mayoría de ellos, introdujeron en sus legislaciones normas de existencias de reserva obligatorias. En Francia, por ejemplo, las compañías petroleras deben poseer en todo momento en los depósitos de las terminales portuarias de las refinerías y de los almacenes de distribución una cantidad de producto igual a tres meses de consumo del mercado interno; sólo una cuarta parte de esta reserva puede conservarse en forma de petróleo bruto, no tratado; el resto debe estar formado por productos refinados disponibles inmediatamente.
17.3.- El depósito de almacenamiento
Es un conjunto soldado de planchas de dimensiones normalizadas. El depósito petrolífero puede construirse en todos los tamaños hasta 150.000m aproximadamente. Va equipado con numerosos accesorios, tales como válvulas de presión y de vacío, agujeros para pasos del personal de limpieza y mantenimiento interior, serpentines de calentamiento para el almacenamiento de productos viscosos como los fuel-oil, los lubricantes, las parafinas, y los asfaltos, agitadores de hélice para la mezcla y homogeneización del contenido, etc.
La determinación de la cantidad exacta de producto almacenado es esencial por razones técnicas (cálculo de los rendimientos), comerciales (transferencia de propiedad) y fiscales (derechos de aduana). Se efectúa mediante aforo, ya sea manual, con introducción de un decámetro plomado por el agujero de sonda preparado en el techo del depósito, ya sea automático con transmisión eléctrica de señales entre un flotador que acompaña el nivel de líquido y la sala de control, donde se lee la altura del producto almacenado en un instrumento o en una pantalla catódica, impresa por un teleimpresor y tratada por ordenador. Esta información lineal debe ser traducida a una unidad de volumen (hectolitros, metros cúbicos) con la ayuda del baremo del depósito, determinado oficialmente al efectuar la cubicación del mismo, y luego a una de peso (Tm) haciendo intervenir la densidad media del contenido, función de su temperatura.
Los productos volátiles, como el petróleo bruto u las gasolinas, son almacenados en depósitos con el techo flotante a fin de limitar las pérdidas debidas a la evaporación y al llenado, así como los olores provocados por estas emisiones a la atmósfera: la estanqueidad entre el techo y los laterales está asegurada por una junta deslizante, por lo general de caucho resistente a los hidrocarbruros. Se pueden utilizar también depósitos con el techo fijo y provistos interiormente de una pantalla flotante de materiales inalterables.
La construcción de los almacenamientos ha experimentado grandes progresos gracias a la utilización de aceros de elevado límite elástico que permite disminuir el espesor de las planchas, y al uso de máquinas de soldar automáticas. La altura puede alcanzar 25 metros a condición de que el suelo tenga una resistencia de sustentación suficiente o que haya sido convenientemente compactado.

Almacenamientos subterráneos


La idea de almacenar productos petrolíferos en el suelo no es solamente la manifestación de una preocupación de seguridad, con vistas a asegurar una mejor protección que los depósitos clásicos a los atentados; es también una solución económica a los problemas de los grandes almacenamientos, que evita inmovilizar terrenos de valor o desfigurar el paisaje. La realización de esta idea se presenta actualmente en formas muy diversas.

*Depósito enterrado: en lugar de construir cubas, cubetas y otros recipientes al ras del suelo, es muy fácil, con cierto suplemento de coste, construirlas en fosas que se rellenan a continuación, o en cavernas, canteras o minas de sal. Aparte de para las pequeñas instalaciones (estaciones de servicio, calefacción doméstica), esta técnica es utilizada sobre todo para las reservas militares estratégicas.

*Almacenamiento en la sal: El subsuelo encierra inmensos yacimientos de sal gema, en los cuales se pueden crear cavidades explotables como almacenamiento subterráneo de productos petrolíferos líquidos: es suficiente perforar pozos por los cuales se inyecta agua dulce de lavado, que disuelve la sal y vuelve a subir a la superficie en forma de salmuera; al cabo de un cierto tiempo, se obtiene en la base de cada pozo una gran bolsa rellena de esta salmuera, que es agua saturada de sal. El pozo sirve a continuación para el rellenado de la cavidad por desplazamiento de la salmuera que es recogida en la superficie en un estanque a cielo abierto y luego para la recuperación del producto almacenado, empujado hacia lo alto por una reinyección de agua o de salmuera. El excedente de salmuera puede ser tratado para recuperar la sal o echado al mar ya sea con un curso de agua y respetando el porcentaje de salinidad, o mediante un oleoducto.

*Caverna barrenada: Utilizando la excavación con explosivos y otras técnicas de perforación de toneles, es posible realizar galerías subterráneas de almacenamiento a una profundidad que debe ser tanto mayor cuanto más volátil sea el producto, a fin de que la presión hidrostática que reina en el subsuelo sea siempre superior a la tensión de vapor de este último.

*Mina abandonada: Una antigua mina de hierro ya abandonada puede ser puesta de nuevo en servicio a fin de servir puesta de nuevo en servicio a fin de servir como almacenamiento, para gas-oil por ejemplo.

*Yacimiento en formación: El gas puede ser almacenado bajo presión en rocas porosas subterráneas, bien se trate de yacimientos agotados o estructuras geológicas vacías que presenten las características requeridas.


"Seguridad en la industria del petróleo"

Las razones por las que los productos petrolíferos son una fuente potencial de peligro deben tenerse siempre presentes en espíritu.
1. Los hidrocarburos son sustancias inflamables
2. En las refinerías, el petróleo está sometido a temperaturas y presiones que lo pueden hacer explotar espontáneamente en caso de fuga.
3. Los incendios petrolíferos son muy difíciles de apagar, exigen técnicas de sofocamiento especiales.
4. El empleo universal de productos del petróleo acrecienta el riesgo de accidentes debidos a la distracción o a la inexperiencia.
Por eso existe un conjunto de disposiciones en las refinerías, así como en el transcurso del transporte marítimo y terrestre para salvar al menos las vidas humanas y preservar los equipos que intervienen.

Instalaciones petrolíferas

* Ingeniería: la seguridad debe ser una preocupación constante desde el estudio de la concepción y la construcción de la factoría y las reglas oficiales fijan las normas mínimas a respetar.
* Explotación: las consignas de seguridad prohiben fumar y hacer fuego cuando haya presencia posible de hidrocarburos: los trabajos de soldura por ejemplo, no se autorizan en una refinería o depósito más que tras verificación de la ausencia de todo peligro y firma de un permiso de fuego por un técnico responsable.
Las consignas de explotación prohiben las maniobras peligrosas y prescriben los métodos y secuencias operatorias que permiten minimizar los riesgos de incendio o de accidentes de personas. Las consignas de incendio precisan las maniobras a efectuar en caso de siniestro, la pronta intervención de los operadores que juegan un papel vital en la extinción del fuego.
Los establecimientos importantes disponen de vacíos vehículos extintores equipados de medios potentes en polvo o espuma sofocante para la asfixia de las llamas. La ayuda mutua inmediata está permanentemente prevista entre fábricas vecinas.
*Petroleros: la seguridad a bordo de petroleros se inspira en las mismas reglas y precauciones; una vigilancia especial se debe ejercer durante las operaciones de carga y descarga en los puertos. Se presentan peligros específicos cuando se airean cisternas: una mezcla detonante de aire e hidrocarburos puede coincidir con la presencia de electricidad estática creada por el frotamiento de elementos de limpieza sobre las paredes de los compartimentos. La solución adoptada por los petroleros consiste en efectuar el desagaseado en atmósfera inerte sacando los humos por la chimenea del barco a fin de expulsar el aire de las cisternas.
La frecuencia y la gravedad de los accidentes, así como el costo de los siniestros petrolíferos sólo se pueden dominar, ante el gigantismo alcanzado por esta industria, al precio de un esfuerzo cada vez más importante consagrado a la búsqueda de la seguridad.

 Artículo "Mareas Negras"

Por el nombre de marea negra se designa la aparición de una mancha de petróleo en el mar. Normalmente las mareas negras se producen como consecuencia del hundimiento de una petrolero, pero durante la Guerra del Golfo (1991). Las mareas negras contaminan muy rápidamente con lo cual provoca la aparición de animales muertos y de aves intentando limpiar el petróleo de sus plumas. En toda marea negra hay tres etapas:
- La primera (fase inicial) es cuando la contaminación se extiende tanto en superficie como en profundidad.
- En la segunda (fase de estabilización) los niveles de contaminantes permanecen estables durante un tiempo variable.
- En la tercera (fase de recuperación) la zona es recolonizada por las especies que habían desaparecido, recuperando la estructura inicial de la comunidad.


Puede decirse que cuanto más lejos de la costa se produce el vertido, cuanto menor es el contenido en hidrocarburos aromáticos del petróleo y cuanto más aleja el viento la mancha de la orilla, menor es el impacto de la marea negra. Los ecologistas opinan que el mejor sistema para luchar contra las mareas negras, es reducir el tráfico de petroleros, disminuyendo el consumo de petróleo.